Santa Rosa (2b)- Un hombre de 80 años se convirtió en una nueva víctima por inhalación de monóxido de carbono, el segundo muerto en menos de una semana en La Pampa tras el deceso de la modelo Lucía Trotz, y en medio de la repercusión que provocó la muerte de la esposa y un hijo del senador radical Luis Naidenoff en Formosa, hace dos días.
Según publicó El Diario de La Pampa en su sitio web, el médico forense determinó que el deceso del hombre fue a causa de una intoxicación por monóxido de carbono, y la víctima fue identificada como Héctor Litterini.
Con este caso se suma una nueva víctima de deceso por intoxicación respiratoria, cuando apenas comienzan a registrarse bajas temperaturas en el país. El sábado pasado se conoció la muerte de la periodista Lucía Trotz. Días atrás, consumada la primera tragedia, el Ministerio de Salud del Gobierno de La Pampa recomendó a la población controlar las instalaciones de los artefactos de gas y mantener los ambientes ventilados a fin de prevenir eventos que potencialmente podrían causar la muerte de los ocupantes de una vivienda.
En tal sentido, el informe destacó que el monóxido de carbono es un tipo de gas venenoso, sin color ni olor, que se produce por la combustión incompleta del carbono presente en materiales tales como leña, carbón, gas, kerosene, alcohol, gas oil o nafta. Su inhalación provoca la muerte ya que su accionar hace que se reemplace el oxígeno en el torrente sanguíneo con la consecuente falta de oxígeno, dañando el corazón, el cerebro y otras partes del cuerpo.
Los niños pequeños, los adultos mayores, las personas con enfermedades cardíacas y/o pulmonares y los fumadores son quienes tienen mayor riesgo de intoxicación y en muchos casos la persona no es consciente de los síntomas que pueden variar de un individuo a otro.
Los síntomas más comunes pueden ser dolor de cabeza, náuseas o vómitos; mareos, acompañados de cansancio; letargo o confusión; desmayo o pérdida de conocimiento; alteraciones visuales; convulsiones y estado de coma.
También pueden producirse otros síntomas parecidos a una intoxicación alimentaria, un cuadro gripal, un problema neurológico o cardíaco. Es decir, ante la inhalación de este gas venenoso, puede parecer que la persona tiene otra patología.
Si se sospecha de estar sufriendo una intoxicación por monóxido de carbono por presentar algunos de los síntomas, se recomienda abrir ventanas y puertas de la casa para ventilar los ambientes; salir a tomar aire fresco inmediatamente; apagar los artefactos de gas y concurrir con urgencia a un centro de salud u hospital y/o comunicarse inmediatamente con un servicio de emergencias médicas.
Para prevenir la intoxicación por monóxido de carbono es indispensable controlar las instalaciones y el buen funcionamiento de artefactos cada invierno así como mantener los ambientes bien ventilados; controlar la correcta instalación y el buen funcionamiento de los artefactos como calefones, termotanques, estufas a gas, salamandras, hogares a leña, calderas, cocinas, calentadores, faroles, motores de combustión interna en automóviles y motos, braseros.
Examinar especialmente las salidas al exterior de hornos, calefones, estufas y calderas para asegurarse que están permeables y en buen estado.
Hacer una verificación de las instalaciones con personal matriculado que pueda identificar y corregir los desperfectos de la fuente generadora de monóxido de carbono.
Existen distintos signos que muestran que un artefacto no está funcionando bien y vuelve urgente hacer revisar la conexión por un gasista matriculado:
Comprobar que la llama de estufas y hornallas sea siempre de color azul. Si les anaranjada es señal de mal funcionamiento.
Lo más notorio en un conducto de gas que no esté bien puesto o mal tapado, es el rastro de una mancha negra en el techo y en la pared (en el recorrido que hace el caño).
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