Santa Rosa (2b)- El histórico debate por la legalización del aborto, más allá del rechazo final a la ley en el Senado, si algo dejó germinando es la semilla de la discusión acerca de los derechos y las creencias, pero también salpicó el histórico protagonismo de la iglesia en las cuestiones de Estado. Así, al fragor del intenso debate social, en el colegio Domingo Savio -bastión de la fe católica en La Pampa-, las heridas parecen no cerrar del todo y, tras la conmoción que generó el importante apoyo de los alumnos a la causa de los «pañuelos verdes», ahora la rectora de Educación Secundaria, Jacqueline Evangelista, estaría en la mira de las autoridades máximas del colegio por contener el pensamiento contrario «a las dos vidas».
Lo cierto es que Evangelista está siendo seriamente cuestionada por su rol de contención con alumnos y alumnas del colegio que expresaron sus posturas favorables a que exista en el país la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Según pudo saber dosbases, no pocos pidieron el alejamiento de la rectora y ex ministra de Educación de su actual cargo.
Lo raro es que ya pasaron 900 años del nacimiento de la Santa Inquisición y sus patrullas católicas dedicadas a castigar herejes, o si querés más cerca en el tiempo, poco más de un siglo del escándalo que se armó cuando Julio Argentino Roca planteó separar a las cuestiones del Estado con la iglesia… Aquella vez, el Vaticano rompió relaciones con Argentina. Eso sí, nosotros le expulsamos su embajador.
El clima en el Domingo Savio ya venía espeso desde hace semanas. Al punto que el titular del Instituto Domingo Savio, Mario Casetta, manifestó “preocupación” por los chicos del establecimiento que se manifestaban a favor del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, por eso creyó necesario llamar a defender la vida.
En un comunicado que emitió a través del sitio oficial del Colegio, Casetta había expresado que le preocupa que “muchos jóvenes de nuestra institución y de otras estén a favor de dicho proyecto de ley” y aseguró que docentes y padres lo cuestionaron por no manifestar antes su postura. En el posteo, personas comentaron a favor del aborto legal y exigieron que el Colegio cumpla con la Ley Nacional de Educación Sexual Integral.
El ejercicio pleno de la democracia tiene, como punto de partida, la libre expresión de pensamiento. Hasta aquí, es por demás atendible que la institución plantee su postura, el problema surgió cuando llamó a «despañuelizar» la reflexión. Es decir, no pensar distinto.
Fuera de todo ese ambiente se mantuvo Jacqueline Evangelista, que respetó y hasta alentó el planteo de los jóvenes, sea cual fuera su postura. Eso generó una grieta insalvable con Casetta y otras autoridades del colegio, que estarían presionando por un cambio en el rectorado en educación secundaria.
“El Instituto Domingo Savio, que yo represento, no acepta una ley que atenta contra el don de la vida y esto no es un dogma interno de la Iglesia, sino una convicción humanista. La vida siempre debe ser defendida. Eso es lo que le enseñamos a nuestros jóvenes. No queremos que los debates generen más grietas. El mensaje de Jesús, del evangelio, es a favor de la vida que debe ser cuidada y respetada”. Esto escribió Casetta, con un grado de contradicción alarmante. Primero dijo que no hablaba por un dogma de la iglesia y tres palabras después citó al Evangelio.
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