Santa Rosa (2b)- «Plural Pura», así quiere que sean las cosas el gobernador Carlos Verna y la gran mayoría de los intendentes que hace 15 días manifestaron su respaldo abierto al mandatario como «gran elector». La etapa de definiciones no es inmediata, pero está cerca: el 6 de noviembre Verna comenzará el tratamiento fuerte para revertir su enfermedad, lo que alternativamente lo tendrá fuera del Ejecutivo por lapsos cortos. En ese marco, la cohesión con su gabinete es y será clave, mientras mantiene las ganas y las chances de llegar a la reelección. Igual, hay alguien que inclina la balanza y, sobre todo, mide: el diputado nacional Sergio Ziliotto.
No nos gustan las vueltas y los eufemismos. Sabemos que lo que acá escribimos tarde o temprano se termina concretando o es refrendado por los protagonistas. El berrinche del viernes de Rubén Hugo Marín en la previa de la habitual reunión del Consejo del PJ tuvo un motivo contundente: Le cocinaron el guiso mientras se encontraba de viaje por Europa, dijo a sus íntimos. Y el enojo fue con los intendentes. El líder de Convergencia puso el grito en el cielo en la previa, pero cuando estuvo cara a cara con los dirigentes matizó su bronca: «Muchachos, me parece que es mucha responsabilidad para el gobernador, no sabemos lo que va a pasar», tiró… Todos se miraron y nadie dijo nada: el guiso ya estaba servido.
La cuestión en simple, aunque se junte Convergencia, Compromiso o tu tíos abuelos para elegirte a vos, la fórmula en la que trabaja el peronismo es PP: Plural Pura, gobernador y vice del mismo palo, o sea. Pero eso no es nada, más allá de los cuestionamientos, que también tenemos desde dosbases, hacia los sondeos (muchas veces direccionados) el que se muestra en las preferencias como alternativa de Verna es Sergio Ziliotto, el legislador que logró este año una alta repercusión por su rol clave en el Congreso, que trasciende el marco local.
Ziliotto, además de lograr la interpelación de Hernán Lombardi por el despido de más de 350 trabajadores de la agencia nacional Télam, viene de anotarse un golcito de media cancha durante el tratamiento en Comisión del Presupuesto 2019, en el que junto a Ariel Rauschenberger forzaron una serie de cambios en el texto que, en definitiva, hicieron que valga la pena el abierto enfrentamiento del gobierno provincial con la administración de Mauricio Macri ¿Por qué? En resumen, La Pampa no adhiere al bendito Pacto Fiscal y no tendrá que armonizar sus cajas jubilatorias. Ah, y no tocan el plus patagónico. Buscala al ángulo.
Igual, otro que está bien posicionado y con números favorables es el ministro de la Producción, Ricardo Moralejo, con una gestión por demás activa y políticas con un fuerte perfil hacia la generación de productos desde La Pampa y con valor agregado. A la gestión le suma el condimento político, y del picante: es un férreo opositor a las políticas de Nación y defensor de las políticas de La Pampa… Encima no le toques el campo: Si no preguntale a los de la Agrícola, a quienes les espetó en la cara que dejen de llorar y se pongan a trabajar.
Acá tenés los pibes para la renovación
Bueno, vamos al mix de futuro y presente. Como te decíamos en el resumen, el 6 de noviembre comienza la pelea en serio de Verna con su enfermedad. Nada dramático: las benditas inyecciones que, como se prevé, lo afectarán físicamente en un principio por lo que se descuenta que empezará a alternar licencias en su rol como líder del Ejecutivo.
En lo formal, el gobierno quedará en manos del vice Mariano Fernández. pero el núcleo de confianza de Verna pasa por sus ministros y sobre todo dos a los que les pone toda las fichas: el de Gobierno Daniel Pablo Bensusán y la de Bienestar Social, Fernanda Alonso. Estos son, a criterio de Verna, la famosa renovación que propone el peronismo.
Niguno de los dos está en carrera en nada, por cierto. Se especulaba con Bensusán como candidato a intendente, pero el ministro «político» de Verna empezará a tener un rol preponderante durante el proceso de recuperación del gobernador. También Alonso es otra de las personas en las que depositará su confianza de aquí al verano, cuando venga lo más intenso del tratamiento.
Por esa razón dejalos a un lado, al menos por ahora. El propio Moralejo, Martín Borthiry (Desarrollo Territorial), Ernesto Franco (Hacienda) y Julio González, también son hombres de la «casa» y de la confianza de Verna, por eso el mandatario, dicen, se va a estar yendo tranquilo a su casa cuando se tenga que ocupar de lo importante en este proceso: su salud.
¿Hasta cuándo?
Ahora te estás preguntando cuándo definirá Verna. Bueno, a fin de año cierran las listas y el factor tiempo aprieta como nunca. Hay mucha expectativa y de la buena en torno a su evolución en el cáncer que padece.
Sin embargo, en las consultas que hicimos -tan altas que no te imaginás- nos dejaron en claro que tiene todas las ganas de ser candidato pero no se forzará ni un milímetro la realidad que plantee este proceso de recuperación.
La cohesión Plural y de los distintos integrantes del gabinete deja en claro que los deseos están puestos en Verna y la convicción en la Línea Plural. Aunque sea Ziliotto el candidato, se intentará la reelección de la misma gestión de gobierno.
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