Santa Rosa (2b) – El título sería una variante dela frase “estornudan en Buenos aires y se resfrían en La Pampa”. Aunque el estornudo en Buenos Aires significó el cierre de 8 centros de atención personalizada en distintos puntos del país, el resfrío en La Pampa aún no llegó pero los trabajadores de la institución están atemorizados ante la posibilidad de que suceda algo parecido en nuestra provincia.
El Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJP) resolvió el 31 de enero pasado cerrar “los Centros de Atención Personalizada Piñeyro, Quequén, San Agustín, Dolavon, La Puerta, Juan Manuel de Rosas y Santa Lucía, dependientes de las Unidades de Gestión Local X – Lanús, XI – Mar del Plata, XIV – Entre Ríos, XVII- Chubut, XXIV –
Catamarca, XXXV – San Justo y XXXVIII – Chivilcoy, respectivamente y del Anexo IX de la citada Resolución la Boca de Atención Nonogasta dependiente de la Unidad de Gestión Local XXV – La Rioja”.
La resolución Nº 824 del 2015 aprobó “la estructura orgánico funcional de las Unidades de Gestión Local, agencias, Centros de Atención Personalizada y Bocas de Atención a fin de delimitar las responsabilidades y acciones primarias de las mismas”. Ahora el PAMI realiza un a modificación de esa estructura para cerrar los centros de atención.
El fundamento del organismo es “alcanzar la eficacia y eficiencia de accesibilidad a las prestaciones y las necesidades y expectativas de los afiliados, deviene necesario optimizar el uso de los recursos institucionales tanto en materia de recursos humanos, así como en cuanto a los recursos de naturaleza económica, resguardando un equilibro entre las necesidades
y densidad de la población beneficiaria”.
Como si fuera poco, indican que “se persigue un objetivo estratégico de optimización de puestos de atención definido bajo el organigrama del Instituto vigente, garantizando que la planificación, evaluación, supervisión, ejecución y control del mismo se adecue a las misiones y funciones de cada una de las áreas intervinientes.
Para implementar el achique, PAMI sostiene que “se han evaluado indicadores y parámetros tales como cantidad de afiliados, características geográficas, transporte público, complejidad de los trámites, cantidad de empleados por local de atención y distancias de las dependencias”. Es decir, donde hay menos jubilados registrados y hay una unidad de atención cercana más grande, se cierra el centro de atención. Incluso hay trabajadores despedidos y los que quedan, son transferidos otras delegaciones.
El cierre se produjo hoy y en algunos lugares, Queuen por ejemplo, se generó una fuerte reacción negativa, no sólo de los trabajadores del lugar que ya plantearon su oposición en una reunión con el sindicato que los nuclea, sino que además tuvo una mirada negativa de un amplio espectro del abanico político local.
Una situación similar se vive en los otros puntos donde se produce el cierre, fundamentalmente por los jubilados que a partir de esta decisión quedan aislados, ya que deberán trasladarse a otras localidades y eso es un gasto más para sus ya recortados ingresos.
En La Pampa el temor de los trabajadores radica en que el parámetro que utilizó PAMI para cerrar las oficinas se podría aplicar tranquilamente en la provincia porque los lugares de atención a los jubilados en el interior atienden a los afiliados de varias localidades.
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