Santa Rosa y Buenos Aires (2b)- Patricia Lobos no para de recibir llamados de medios mendocinos. La docente y escritora de General Pico pensó que se trataba de un tema casual por su libro «Cuento que suena a río», que salió a la venta hace un año y relata, en clave infantil, la historia de un grupo de animales que vivía a la vera del río Atuel en La Pampa cuando, poco a poco, comenzaron a observar cómo se evaporaba. El libro empezó a recorrer los jardines de infantes, con mucha aceptación, hasta que alguien lo vio en un colegio de Vicente López, en Buenos Aires, y para qué te contamos: Se armó la gorda con los vecinos, que ahora lo catalogan como «el libro de cuentos que denuncia a Mendoza». «Me sorprende que pongan el eje en el conflicto y no en ver de qué manera se soluciona», dijo la autora a 2b, quien -a la vez- se mostró sorprendida por la repercusión: «Hay acusaciones y demandas por el tema que no responden, pero reaccionan con un libro de cuentos», bromeó.
Patricia muestra el libro «Cuento que suena a río» junto a Pedro, su hijo que disfruta más que nadie de la historia. La obra, presentada en la Feria del Libro 2018 se vende en en todo el país, e incluso llegó a España e Italia, por ejemplo en la Feria de Bologna. La entretenida historia contada por Patricia e ilustrada por Cecilia Molinuevo se hizo noticia en Mendoza cuando fue fotografiado por un papá de un jardín que se encuentra en Vicente López, Ciudad de Buenos Aires. Lo presentaron como una afrenta, y las radios y portales de la vecina provincia llaman con insistencia a la autora pampeana para conocer el por qué de su libro.
¿Qué molestó?
Los medios mendocinos se encargaron de subrayar las partes que molestan o consideran ofensivas. Ejemplo: «El canto de las calandrias arrimaba el rumor de que al río se lo habían robado (…) Esperaron dos días, dos meses, dos años pero el agua no volvía».
Y el cuento dice además «Poco a poco el Atuel se convirtió en un camino de tierra seca y cuarteada, donde sólo andaba el viento. El zorro se asomó desde su madriguera y vio algo que no se esperaba: el río, su río, era apenas un hilito delgaducho de agua. Más que un hilo parecía una lágrima».
«Es una riqueza natural que es tan nuestra como de Mendoza», expuso la autora, quien celebra la llegada que tuvo el libro pero no por esta reacción, sino más bien desde su salida. El final del libro, acaso, es lo que más molestó en Mendoza: «A otro cuento con este cuento», finaliza.
Deja tu comentario