“Tenemos que ser protagonistas”, dijo a 2b: Marino quiere un Cambiemos “cambiado” y propondrá reformar la UCR y dividir La Pampa en 4 zonas

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Buenos Aires (2b)- En diciembre de 2018 le pasaron todas juntas. Bajó su candidatura a gobernador cuando parecía una fija, recibió una denuncia por acoso sexual que finalmente la justicia desestimó totalmente en lo que se evidenció, y denunció el protagonista, como una lisa y llana operación de los servicios. Pero mientras tanto renunció a su cargo en el Senado. Juan Carlos Marino ahora se encamina a un nuevo diciembre clave, pero con una perspectiva bien diferente: Así, mientras celebró la elección realizada por Martín Berhongaray, aseguró que tras dejar atrás sus cuestiones personales se reinsertará en la vida partidaria impulsando la continuidad de Cambiemos, pero “en la que el radicalismo sea la columna vertebral”. Además, aseguró que en su vuelta al ruedo en La Pampa llegará con una propuesta de visión ampliada, y que incluye plantear la reforma de la Carta Orgánica de la UCR: “Ya es tiempo de centrarnos en gobernar La Pampa y no en discutir candidaturas y creo que es momento, y así lo voy a proponer en la Convención, de seccionalizar la provincia en cuatro zonas para federalizar a la UCR pampeana, que al fin y al cabo es la que tiene la fuerza territorial”, adelantó en diálogo con 2b.

Marino, que a la vez se encuentra en plena etapa de definiciones de cara a la configuración del “nuevo” Senado, donde en principio hasta podría seguir al frente de las comisiones claves que ostenta, adelantó que propondrá una nueva seccionalización de la UCR en 4 zonas que incluirán a Santa Rosa-Toay, el norte con General Pico a la cabeza, Utracán y el Oeste y Atreucó con el resto de los departamentos: “También debe ser una herramienta para definir candidatos a diputados porque el interior debe tener representación, precisamente porque son el motor de la fuerza del radicalismo”, dijo.

El senador, al hablar del proceso eleccionario del 27 de octubre más allá de la remontada de Macri, destacó lo realizado por Martín Berhongaray, quien superó los 87 mil votos para acceder a la Cámara de Diputados junto al peronista Hernán Pérez Araujo: “En General Pico fue una excelente elección y tuvo mucho que ver el candidato. Más allá de la operación de prensa del Frente de Todos pregonando que la daban vuelta y se llevaban las dos bancas, tuvieron enfrente a un laburador como Berhongaray, que en silencio se recorrió la provincia y además claramente nunca fue un calienta bancas; ahí se explica también el resultado”.

Por esa razón, para Marino es tiempo de dejar las pujas entre los sectores internos y concentrarse en seguir haciendo germinar Juntos por el Cambio, pero con un rol preponderante de la UCR: “Yo soy de la idea de seguir. Ni Macri es el dueño del 40% ni los radicales. Es un logro del conjunto, pero hay que debatir roles y buscar una nueva dirección en la que el radicalismo sea la columna vertebral. Hasta ahora hemos sido una simple coalición parlamentaria y no podemos defraudar al 40 por ciento del electorado”, señaló.

En ese marco, dijo que lo mejor es “abrir el juego a otros actores de la vida social” y hasta mencionó el ejemplo de Carlos Verna, y no en tono de chicana: “El propio gobernador decía La Cámpora o La Pampa y el kirchnerismo pensaba en una provincia sin Verna; pero cuando se tuvieron que unir lo hicieron. Mientras tanto en la oposición vivimos con esos pruritos, digo en lo referido a ampliar los frentes y unirse en las coincidencias”.

Por esa razón, le bajó el precio a los vaticinios del referente del PRO Carlos Mac Allister sobre el futuro de la coalición en La Pampa: “Cada uno se tiene que hacer responsable de lo que dice, pero en lo formal y en lo que a mí respecta los dirigentes del PRO y amigos piensan lo contrario a él. Tenemos que entender que hay dos instancias de negociación en todos los frentes que terminan en consenso o en interna… Ahora, si no aceptás lo que dicen las urnas tenés un sesgo antidemocrático. No hay otra”, señaló con contundencia.

De cara a su futuro en el Senado, aseguró que se encuentra en plena etapa de debate y armado, aunque sin dejar de lado su tarea por descubrir el detrás de escena de lo que juzga como una operación en torno a la denuncia por acoso que promovió la empleada Claudia Guebel: “Mi postura en el Senado ha sido clara. Sufrí un proceso judicial y apenas se conoció no hice nada del otro mundo: pedí la palabra y renuncié o a mis fueros. El tiempo me dio la razón con la absolución y lo refrendó el fiscal Delgado, que ni siquiera apeló. La verdad es que en el Senado los lugares se consiguen con trabajo y si me fue bien fue por el trabajo que hicimos con nuestro equipo. El resto quedará en manos de mis pares, que por otra parte manifestaron apoyo absoluto desde el día uno”, sentenció.

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