Santa Rosa (2b)- El ex gobernador y líder de Convergencia, Rubén Marín, se empezó a mandar una manual para presionar por el vicegobernador que su línea, Convergencia, ya tiene garantizado. Pobre Mariano Fernández, se estaba probando el traje de la continuidad y ahora el ex gobernador quiere tachar y meter alto cambio: su hijo Espartaco Marín. A pesar de la pirotécnia por los medios, el gobernador Carlos Verna sigue en su despacho pero negociando con el resto de los espacios y dirigentes… Se viene un día que ni te cuento. Pero pará, porque la noticia le cayó como balde de agua fría a Fernández, que amenazó con el portazo a Convergencia.
Marín desató alto escándalo. Hoy dio marcha atrás con el acuerdo y dijo que, en caso de no ser Espartaco Marín el vice de Sergio Ziliotto, Convergencia iría a internas. Y hasta mandó a decir que nada menos que junto a otro de los dolidos en esta historia: el intendente de Toay, Ariel Rojas, encima referente de Compromiso. La interna peronista tira más humo que rastrojero modelo 60. Y hasta ahora, dicen, el único confirmado es Sergio Ziliotto como candidato a gobernador con una elección a la vuelta de la esquina: el 19 de mayo.
Ni hablar de una interna rayito de sol en febrero. Por eso el lema hoy es «unidos o derretidos». Igual Marín echa mano a su muñeca política y mete presión por los medios. Nosotros somos tan giles que también picamos, y acá te estamos contando que Rubén Hugo dice «Espartaco o nada».
Pero Verna, en lugar de preocuparse por los Marines, está tratando de cerrar filas con Compromiso y el NEP, al menos hasta esta tarde. Ariel Rojas es el blanco de la negociación de uno y otro lado. El intendente de Toay podría encabezar Diputados, y ahí tenés la santa trinidad: Plural-Convergencia-Compromiso.
(Ampliaremos….)
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