Santa Rosa (2b)- El intendente Leandro Altolaguirre, que busca su reelección el próximo 19 de mayo al frente de la comuna capitalina, analizó este domingo el grave escenario de la crisis a nivel nacional y su impacto en Santa Rosa, al punto de asegurar que «los índices de pobreza son altísimos y preocupan mucho, pero más allá de índices, detrás de ellos hay una gran cantidad de personas que están en la pobreza y en la indigencia”. Tras dejar en claro que Santa Rosa vive el «momento de mayor demanda social», también se metió en el futuro y la búsqueda de su reelección, aunque -fiel a su estilo- recurrió a un crudo análisis de situación pero sin prestarle atención a sus competidores: «El gran problema de Santa Rosa es su colapso y los años de abandono. La gente dice basta de estudios, quiere que vayamos a la acción. Pudimos avanzar en 14 obras de mitigación. Si entrás a tu casa y tenés la mierda por todos lados, el ánimo no va a ser el mejor. Vas a estar agotado y agobiado. A mi me eligieron para gobernar y eso estoy haciendo», dijo.
Altolaguirre dialogó esta mañana con la prensa al concluir el acto homenaje a Raúl Alfonsín, en el monumento emplazado en la laguna Don Tomás. Allí, ante una consulta de los colegas de Plan B sobre la situación social, expuso: «Hemos tenido alternancia, este es el momento de mayor demanda social. Vos vas al supermercado y no hay nadie. Y por qué no hay nadie, porque la gente no tiene plata. Yo lo veo porque hago las compras en el súper, en las verdulerías, en la carnicería, y se nota que cada vez es más difícil comprar los alimentos. Y se le hace difícil a la gente con trabajo y lamentablemente en este país, hay mucha gente que ni siquiera tiene trabajo».
En ese marco, vaticinó que el 2019 «va a ser un año muy duro; un año electoral que genera mucha incertidumbre, la gente no sabe qué rumbo va a tomar el país. Hay muchas elecciones durante todo el año. El que tiene algún recurso, ve qué va a hacer con eso, y el que depende de la diaria, está preocupado porque esa diaria no existe más».
De cara a los comicios de mayo, dejó en claro que su preocupación sigue centrada en avanzar en los graves problemas de infraestructura, tras haber logrado sanear las cuentas y el funcionamiento, con por ejemplo el pase a planta de todos los contratados. Sin embargo, a diferencia de su hermano Hipólito, prefirió olvidarse de quien aparece como su principal rival, Luciano Di Nápoli, y no entró en el dilema de Santa Rosa o La Cámpora, como pregonó el titular del Comité Capital: «La gente lo que quiere es poder darle de comer a su familia. El que tiene trabajo, quiere seguir manteniendo el trabajo. No está pidiendo cambiar o subir de nivel de vida».
«Me eligieron para gobernar y pudimos resolver el Plan Estratégico Participativo, que ahora tiene su ordenanza y su comisión. Pudimos encaminar el nuevo Código Urbanístico y el Plan Director también. La gente nos dice que basta de estudio, queremos ir a la acción. Pero el gran problema de la ciudad es que no sabemos dónde estamos parados. Pudimos avanzar con las 14 obras de mitigación de inundación. No nos olvidemos de la inundación de 2017 y lo que padecieron los vecinos. Esas obras las estamos haciendo por administración y con empleados municipales, con recursos de Provincia y de Nación», sostuvo.
El constante tiroteo entre Carlos Verna y Mauricio Macri, según reiteró Altolaguirre, es otro de los puntos que complejizó el panorama de sus primeros años de gestión: «Yo tengo muy buena relación con los dos, pero la mala relación entre ellos terminó afectando al gobierno municipal porque en el caso de Santa Rosa somos una capital de provincia y chica, por lo que no teníamos un historial, como municipalidad, de hacer obras grandes. En general Santa Rosa no viene, desde hace años, con la práctica de generar sus propias obras. Las hace Provincia o Nación”, finalizó.
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