Helada, Deanna: La «señalada» por el dipuestafador le sugirió que «se ocupe de explicar su situación en lugar de acusar»

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Santa Rosa (2b)- Con la manzana rodeada, el diputado electo de Cambiemos Mauricio Agón salió a culpar de todos sus males a Elida Deanna, funcionaria municipal saliente e integrante de la lista que partició de los comicios de mayo por un supuesto complot en su contra, como si la dirigente se hubiese servido de la máquina del tiempo para obligarlo a cometer una manganeta pocas veces vista en la historia judicial pampeana. Es que el diputado, que pasó calor en el acto de entrega de diplomas en el Medasur, donde estuvo nada menos que Norma Niestempski -una de las tantas víctimas de sus estafas-, acusó precisamente a Deanna de estar detrás del escrache público, tomando como argumento el hecho de que en caso de no asumir su banca sería ocupada por la dirigente radical: «No resiste el menor análisis lo que dice, él es quien debe ocuparse de estar aclarando si cumplió o no una probation y si tiene o no antecedentes», le recordó.

Deanna se mostró sorprendida por la actitud de Agón. Más aún cuando su situación -es decir la condena por estafas reiteradas y usurpación de títulos comprobada por la justicia y penada- fue dada a conocer públicamente y a través de los medios por la ex comerciante Niestempski, a quien el diputado enterró con deudas al punto de hacerle perder desde su casa hasta su conocido comercio de la capital, Caprice Bijou, a principios del 2000.

«Es un tema que tiene que aclarar el propio diputado. Yo puedo tener una posición personal pero no tengo nada que ver en lo que se decida y menos aún en la reacción de una persona que lo denunció y a quien no conozco», expresó Deanna en un breve diálogo con 2b, y añadió: «su situación puede tener legalidad, pero no resiste legitimidad».

Agón, en el acto de Medasur, había dicho que «hay intereses que desconozco y otros intereses. Nadie puede decirme que no soy un tipo de diálogo y cuando Juan Carlos (Marino) me presentó, no hubo objeción partidaria de nadie. Me he cansado de laburar y fue la primera oportunidad para tener un cargo». Con esa verdad a medias, dado que ostentó cargos en el bloque y hasta en el Senado nacional durante años (hasta que lo rajó Marino), Agón se escudó en acaso su única fortaleza legal:  «Nadie puede decir que yo he hecho una cuestión contraria a todo lo que se hace en la política, de presentarse a elecciones internas».

Deanna, a quien señala como una de las impulsoras de los escraches, dejó en claro que «no vale la pena discutir en medio de una situación en la que la realidad demuestra que es Agón quien debe aclarar lo que hizo, en lugar de escudarse en presuntas operaciones que nacen de hechos denunciados por presuntas víctimas y nunca desde la política».

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