Santa Rosa (2b) – Los trabajadores municipales en Eduardo Castex están de asamblea permanente en reclamo de la contratación de los cerca de 300 precarizados que tiene la gestión municipal. Ayer se manifestaron frente al municipio y desde la dirigencia de ATE detallaron la situación que les tocó vivir durante la protesta. Denunciaron que el intendente Balsa mandó a “la delincuencia para amendrentar a los trabajdores municipales”. Dijeron que la situación se parecía a “los años ’30: malevaje y malandraje al servicio del poder de turno”.
El lunes por la mañana, a las 6, se realizó una asamblea de los trabajadores municipales y desde allí partieron junto a los representantes de ATE al frente del municipio a reclamar por el cumplimiento de la promesa del intendente Darío Balsa de comenzar a contratar a los trabajadores precarizados, en tandas de 40.
En medio de la protesta se produjeron situaciones que fueron contadas por la secretaria gremial de ATE, Blanca Oyarzún, a través de un posteo en Facebook.
“Cuando el estado toma mano de obra en la delincuencia para amedrentar a los trabajadores que están en pie de lucha por la dignidad de su salario y sus condiciones laborales a las cuales vienen expuestos hacen 3 décadas aproximadamente, rebalsa el vaso y deciden no callar más”, sostuvo la dirigente.
¿Que pasò durante la protesta en Castex? “En plena vía pública y en medio de una medida de fuerza legal, notificada como corresponde por las vías administrativas pertinentes y con una mayoría de mujeres adelante de este conflicto, el intendente Darío Balsa hace uso de viejas artimañas y costumbres propias de terratenientes y dueños de estancia, mandando a personajes delictivos conocidos en Castex por sus antecedentes a amenazar, amedrentar y filmar a los trabajadores de esa Municipalidad”, relató Oyarzún..
Y agregó “también aparecieron algunos dueños de campos y propiedades en Castex, conocidos en el pueblo insultando a las trabajadoras con un alto grado de violencia y misoginia”.
La secretaria gremial de ATE consideró que el accionar de estas personas se debe a que “es una afrenta que los explotados, los precarizados y sobre todo por ser mujeres, se atrevan a reclamar. Era una estampa bien de los incipientes años ’30: malevaje y malandraje al servicio del poder de turno”.
Los trabajadores continuarán con las asambleas y adelantaron que mañana podrían tomar la municipalidad si no hay una respuesta favorable. “Los trabajadores no vamos a retroceder porque el hambre y la incertidumbre nos gana y nos une el espanto ante estas patronales que siguen utilizando a los estatales como peones de estancia e intentan acallar y castigar de todas formas al que se anima a pensar y a actuar en pos de su dignidad”, publicó Oyarzún. Y concluyó “Darío Balsa utiliza la delincuencia para acallar y amedrentar trabajadores”.
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